Por Vicky Timón
Si tu objetivo es definir la musculatura, aumentar la elasticidad y la flexibilidad, mejorar la postura y olvidarte de las lesiones este puede ser tu método de entrenamiento. El Método Pilates es perfectamente compatible con cualquier deporte, con el trabajo habitual en una sala de pesas, con todos los estados de forma física y para todas las edades. Si necesitas comprobar que lo que haces por tu cuerpo y por tu salud da resultado, pruébalo, no dejarás de asombrarte.
Un poco de historia. El nacimiento del Método PilatesJoseph Pilates nació en Alemania en 1880. Era un visionario que se adelantó tanto a su tiempo que, aún hoy, en el siglo XXI, su método de ejercicio físico se considera revolucionario y no deja de ser motivo de estudio. Pilates combinó la conexión muscular necesaria para desarrollar eficazmente un arte marcial con el ejercicio físico de la gimnasia y otros deportes y disciplinas del movimiento para crear algo totalmente nuevo.
Pilates fue un niño enfermizo que, decidido a superar su debilidad física, se convirtió en la sobra de Eugen Sandow pionero del ejercicio físico alemán de principios del siglo XX. En 1912 se trasladó a Reino Unido, donde trabajó en distintas modalidades deportivas, entre ellas, preparador en defensa personal para detectives y boxeador. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial fue hecho prisionero por el ejército alemán e hizo labores de enfermero en distintos campamentos. Además de los cuidados que necesitaban los heridos de guerra empezó a aplicar su método de ejercicios con algunos soldados. Después de una terrible epidemia de gripe se comprobó que ninguno de los enfermos que estaban a su cuidado murió, su sistema de entrenamiento físico no solo permitió aumentar la movilidad y el equilibrio muscular de sus cuerpos tullidos sino que aumentó sus defensas haciéndoles más fuertes en todos los aspectos.
El Nuevo Ejército alemán de Guillermo II quiso reclutarle en sus filas como preparador físico pero él decidió exiliarse a Estados Unidos, donde empezó a desarrollar su método dentro del mundo de la danza y el espectáculo, creando su propia escuela con numerosos adeptos. Tras su muerte, fue su mujer y primera alumna, Clara la que se ocupó de seguir difundiendo el método.
Hoy en día, y cada vez con más fuerza, el Método Pilates es impartido en numerosas escuelas que cuentan entre sus alumnos con personas de todo tipo, desde niños a ancianos, desde culturistas hasta bailarines, desde enfermos de columna hasta deportistas profesionales. Todos pueden beneficiarse con sus ejercicios y todos mejoran su salud y su forma física.
Pilates dijo “ En diez sesiones notarás la diferencia, en veinte sesiones la verás y en veinte sesiones tu cuerpo habrá cambiado totalmente”. Esta puede parecer una afirmación muy arriesgada pero no lo sabrás hasta que lo experimentes personalmente, muchos ya se han unido al carro del “trabajo inteligente”, otra de las denominaciones que describen el método, ésta vez intentando explicar la relación que la ejecución de los ejercicios tiene con el sistema neuro-muscular y la necesidad de trabajar a través de órdenes precisas que hacen que el movimiento sea eficaz y totalmente controlado a nuestro antojo.
Cuatro máquinas y numerosas posibilidades de fortalecer el cuerpo
Las máquinas diseñadas para desarrollar el Método Pilates pueden parecer artificios de tortura con todos sus muelles, cuerdas y tubos pero no se diferencian mucho de las de una sala de pesas de un gimnasio en cuanto al resultado de las mismas. Un curl de bíceps, press pectoral, pull over y muchos más son solo un ejemplo del amplio repertorio de ejercicios que engloba el método.
Las dos grandes diferencias entre cualquiera de estos ejercicios y los que nos ocupan en este artículo son la forma de realizarlos y el fin último, el objetivo. Sobre este tema nos extenderemos un poco más adelante.
Como ejemplo de la intensidad a la que se puede entrenar con estas máquinas podemos hablar del esfuerzo que supone trabajar en ellas incluso para un culturista acostumbrado a mover grandes pesos. Sin embargo, con los mismos ejercicios y la máquina debidamente ajustada en intensidad o aplicando alguna modificación, una persona sin experiencia deportiva también sentirá el esfuerzo y el beneficio. No hay límites ni excepciones, solo trabajo bien hecho y adaptado a cada objetivo.
1. El Cadillac, una peculiar cama con muelles.
Consta de una superficie de acolchado duro con barras transversales, horizontales y muelles de quita y pon. En ella se hacen ejercicios en los que varía el apoyo del cuerpo pues las posibilidades van desde un contacto total con la superficie de la cama a los ejercicios aéreos, es decir, colgados y con la única sujeción de las manos y los pies. Los muelles varían en su dureza y longitud para aumentar o disminuir la carga del ejercicio, la intensidad con la que se quiere trabajar y la fuerza que se necesite en cada caso particular.
2. El Reformer o plataforma deslizante.
Es una base sólida unida a un carro deslizante por medio de muelles. El total de muelles son cinco, diferenciados por colores en función de la dureza que ofrece su tracción. La posibilidad de combinarlos, para incrementar o disminuir la intensidad del ejercicio, hacen de ella una máquina muy polivalente tanto que, actualmente, hay estudios de pilates que trabajan solo con esta máquina. Los agarres para la realización de los ejercicios se hacen por medio de cuerdas, poleas, asas para las manos y lazos para los pies, y las posiciones de trabajo son tan numerosas que no queda parte del cuerpo sin trabajar.
3. La Combo Chair o Silla.Es la máquina mas extraña en su diseño y la menos popular, pero no hay que menospreciarla pues los ejercicios que se realizan sobre ella son difíciles de reproducir en el suelo y ofrece posibilidades verdaderamente interesantes de articular la espalda mientras se trabajan otras partes del cuerpo. Parece una gran banqueta con muelles que, además, tiene unas asas extraíbles para ayudar en el apoyo y estabilidad de muchos ejercicios.
4. El Ladder Barrel o Barril.
La redondez de su diseño hace que parezca un mueble de última generación, sin embargo los ejercicios que se pueden hacer en ella la hacen imprescindible para el trabajo de la flexibilidad y fortalecimiento de la columna y el abdomen. Consta de una base redondeada y una espaldera pequeña. Su sencillez y ausencia de muelles hacen que pase desapercibida dentro de un estudio completo de pilates pero, después de haberla utilizado, nadie se resiste a subirse a ella.
Las claves del Método Pilates
Si observaras una clase de pilates a través de un cristal no verías gran diferencia entre los ejercicios que se hacen en el suelo y una clase de gimnasia de mantenimiento. Una clase con máquinas quizás te extrañara más pero acabarías sacando similitudes con los ejercicios típicos que se hacen en las poleas de una sala de musculación. La gran diferencia es la forma de hacer los ejercicios, por lo menos en lo que concierne a una parte del método, luego, cuando el nivel aumenta también aumenta la complejidad y en ese punto no hay comparación con ninguna otra disciplina deportiva excepto con algunas posturas de yoga o, incluso, algún arte marcial como la capoeira.
Las claves de ejecución se denominan “principios” y se repiten en todos los ejercicios, son las siguientes:
Estabilización escapular: colocación correcta de los hombros para evitar sobrecargas a nivel cervical y dorsal.- Estabilización pélvica: colocación correcta de la cadera para evitar sobrecargas a nivel lumbar y psoas (flexores de cadera).
- Elongación y articulación de la columna: colocación correcta de las vértebras para lograr una amplia movilización de la columna en todos los movimientos articulares para los que está diseñada.
- Alineación de los segmentos corporales: colocación correcta de los hombros, cadera, rodillas, tobillos y pies para conseguir un correcto fluir del movimiento y de la energía sin sobrecargar las articulaciones, evitando las fricciones articulares que comúnmente se producen durante una serie de repeticiones.
- Conexión abdominal: un trabajo correcto de la musculatura profunda del abdomen para evitar las sobrecargas de la espalda durante el ejercicio.
- Respiración: una correcta aplicación de la inhalación y exhalación para favorecer la ejecución de los ejercicios y la conexión abdominal, así como la relajación y salud de la espalda.
El método pilates no solo se practica durante la sesión de entrenamiento, ésta es la característica clave de su éxito. El trabajo dentro de la sala se lleva a la vida diaria, lo que se aprende y se pone en práctica ya no se olvida. El aprendizaje neuromuscular que se obtiene en las sesiones de entrenamiento deja huella y, poco a poco, nuestro propio cuerpo “pide posturas correctas” en las actividades del día a día.
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